Patricia Larroca Pons, estudiante del grado en Ingeniería Mecánica en la Universidad de Lleida, nos cuenta su experiencia haciendo prácticas en la Universidad Estatal Paulista (UNESP) en São Paulo.
Trabajo
¿Con qué programa fuiste y cuánto tiempo estuviste allá?
Con IAESTE. Estuve en Brasil entre julio y septiembre de 2018.
¿En qué trabajaste?
Trabajé con un equipo de profesores y estudiantes brasileños estudiando redes neuronales en la UNESP.
¿Qué tal la universidad?
La universidad tiene varios campus.
El mío era el de Ingeniería Eléctrica y se encontraba un poco alejado de la ciudad, al lado de una presa.
La universidad proporcionaba de manera gratuita un autobús diario para hacer el trayecto. El edificio era bastante moderno, disponía de todos los servicios necesarios.
Los trabajadores hablaban inglés perfectamente.
Sociabilizar
¿En qué idioma te comunicabas?
En portugués e inglés.
Al llegar a mi casa compartida, me encontré con cuatro chicas estudiantes que sabían muy poquito inglés, así que me vi obligada a aprender portugués de una manera rápida.
Resultó sencillo ya que el español y el portugués tienen un origen común.
¿Cómo conociste gente durante tu estancia?
Ilha Solteira es una ciudad pequeña donde la mayoría de los que viven son estudiantes, allí toda casa de estudiantes es conocida cómo “República x”.
Cada semana una república diferente organizaba algún evento tal como una barbacoa, fiesta en la piscina, etc.
En la ciudad también había fiestas populares como la Mandioca y zonas recreativas como el zoo o la cantina.
De esta manera es muy fácil conocer a la gente local. En general hay muy buen ambiente.
Encontrar alojamiento
¿Dónde te hospedabas?
En una república.
¿Cuánto pagabas por el alojamiento cada mes?
Pagaba unos 80 € mensualmente.
¿Cómo encontraste alojamiento?
La asociación IAESTE me propuso el alojamiento.
Ilha Solteira
¿Cuáles eran tus hobbies allá y sitios favoritos en la ciudad?
Lo que más me gusto de UNESP fue que las actividades extraescolares eran gratuitas.
Me apunté a clases de batería, donde aprendí a tocar 3 instrumentos: la agogo, el tamborín y el rocar, a ritmo de samba. También jugaba a voleibol de vez en cuando.
Mi lugar favorito era la playa, el atardecer era precioso.
¿Qué tal la seguridad?
Ilha Solteira es una zona tranquila, pero en el resto del país, sobre todo cuando te estás moviendo largas distancias, el peligro aumenta.
¿Qué tal la comida?
Si quieres tener una dieta vegana es difícil en un país como Brasil.
Comer carne y la fruta s una excelentísima opción con un coste muy asequible.
Recomiendo mucho el açai y la feijoada.
¿Era caro comer y beber ahí?
La comida y bebida local es muy barata.
Una cerveza cuesta menos de 1€ generalmente, pero cuando se trata de productos exportados el precio sube.
Brasil
¿Viajaste a otros lugares durante tus prácticas?
Quince días antes de que comenzara mi práctica estuve en Río de Janeiro y en São Paulo (¡lugares que recomiendo firmemente!).
Durante mis prácticas pedí 2 semanas de vacaciones para hacer un viaje con furgoneta hasta Foz do Iguaçu en Argentina. Lo hice con algunos compañeros del trabajo que también estaban haciendo prácticas.
Fue un viaje largo, así que visité bastantes ciudades por el camino, incluida la Ciudad del Este en Paraguay, por ejemplo.
¿Qué lugares recomiendas visitar?
Recomiendo mucho visitar Río de Janeiro dentro del país, y Foz do Iguaçu en Argentina.
¿Qué es lo que más te gustó del país?
Lo fácil que era relacionarse con la gente.
¿Y lo que menos?
Lo que menos me gustó fueron las infraestructuras.
Hice varios viajes en autobús, metro, Uber, BlaBlaCar, furgoneta y avión durante mi experiencia en Brasil y tengo que decir que moverse por el país no es barato y tampoco seguro del todo.
Las carreteras son bastantes viejas y las estaciones de servicio no tienen mucha calidad. El riesgo cuando te estás moviendo es alto.
Tu mejor momento
Tuve muchos buenos momentos y no podría elegir uno, así que voy a explicar el primero.
La primera mañana que estuve en Río de Janeiro me encontré que en el hostal donde me alojé, estaba compartiendo habitación con un estudiante de Ilha Solteira.
Fuimos a ver el Cristo del Corcovado con otra compañera brasileña de la habitación ese mismo día.
Dos semanas más tarde la volví a ver en Ilha.
Un consejo
Aprender un poco el idioma local antes de ir, Duolingo es una opción para ello.
Tenía 19 años cuando hice el viaje y era mi primera vez tan lejos de casa así que lo viví muy intensamente.
Ahora ya no recuerdo todos y cada uno de los detalles, pero espero que sirva de algo compartir mi experiencia 🙂
