Hoy vengo a explicarte mi experiencia hospitalizada a razón de 4500 € en Tailandia y mi opinión sobre IATI Seguros, el seguro que contraté durante mi viaje en 2019 por este país, donde tuve que pasar dos noches en un hospital de la ciudad Kanchanaburi por una posible apendicitis.
Recapitulemos
Mi novio, Joe, y yo estuvimos de viaje durante 3 semanas por Tailandia en noviembre de 2019, dando vueltas con planes de última hora.
Llegamos a Bangkok y de allí fuimos a Chiang Mai, pasando por la ciudad histórica de Ayutthaya, para ver los festivales de farolillos voladores (Yi Peng) y balsas flotantes (Loy Krathong), que se celebraban en esas fechas.
Unos días después, dejamos Chiang Mai para visitar Krabi y las islas Phi Phi y durante el camino paramos en Kanchanaburi, con la idea de ver el Ferrocarril de la Muerte y bañarnos bajo las cascadas Erawan.
En esa pequeña ciudad es donde nos tocó quedarnos durante más tiempo de lo previsto.
¿Qué pasó?
Mis síntomas y la llegada al hospital
Durante la segunda noche que pasamos en Kanchanaburi empecé a encontrarme mal.
Me dolía la tripa, la cabeza y básicamente me estaba descomponiendo. Al principio no quería ir al hospital porque no creía que fuera algo grave.
Joe quiso asegurarse, así que buscó en Internet información acerca de hospitales cercanos.
Me llevó al hospital privado Thanakarn, las reseñas decían que estaba bien y que allí podríamos comunicarnos en inglés.
Las primeras horas y los costes
Después de haber esperado unos minutos a que nos atendieran, una enfermera me miró la presión y otra me hizo un análisis de ultrasonidos. Vio que tenía inflamado el apéndice, pero no me dijo nada en el momento y nos llevó a la sala de espera.
La doctora me llamó para entrar a una habitación mientras esperábamos. Ella hablaba un poquito de inglés y me dijo que probablemente tenía apendicitis y me tenían que operar esa misma noche.
No me habían hecho ningún análisis de sangre, por lo que quedé desconcertada.
Me empezó a explicar las formas en las que podían cortar mi tripa, enseñarme fotos de cómo me operarían y comentarme cuánto debería pagar. Me empecé a marear y me pusieron en una camilla.
Le pregunté más tarde si podría volver a Europa sin operarme y me dijo que no, que era peligroso porque mi apéndice podría explotar y me podría morir.
Después de eso, estaba mareada y, además, en pánico internamente.
El precio por la estancia en el hospital y la operación variaba entre 100.000 Baht (≈ 3000 €), si me hacían un único corte relativamente largo, y 150.000 Baht (≈ 4500 €), por tres cortes más pequeños.
Me preguntaron si estaba viajando con seguro y si este cubriría los costes.
Comunicándome con IATI Seguros
La primera llamada
Joe puso dinero en la aplicación Viber para llamar al número español que IATI Seguros me proporcionó en el correo de confirmación de compra del seguro (00 34 93 485 77 35), así que les contacté y comenté la situación.
Necesitaban saber mi nombre completo y número de póliza, que llevaba apuntado en un papel, y me asignaron un número de caso para las próximas llamadas.
Me pidieron que mandara un correo a iatimedicos@arag.es y adjuntara los resultados del análisis de ultrasonidos junto con mi informe médico.
Los médicos examinarían mi situación y me podrían concretar si me cubrirían la operación.
Enviamos el correo y recibí una respuesta positiva media hora más tarde. Me sentí feliz por no tenerme que arruinar y a la vez muy estresada por mi aprensión a la sangre y el hecho de operarme.
Jamás pensé que me alegraría de haber contratado un seguro.
Siempre contrataba uno para cada viaje y sentía que estaba tirando el dinero a la basura, pero bien, tengo un padre que me ha repetido hasta la saciedad que debo viajar asegurada, así que aquí estoy, sin deudas.
El documento de garantía de pago
Durante la próxima hora, que me pasé en la camilla, IATI Seguros intentó ponerse en contacto con el hospital con un corresponsal.
Esta aseguradora tiene al menos un corresponsal en Tailandia que habla el idioma, que proviene de la empresa Asian Assistance y se encarga de la tramitación del pago.
El corresponsal fue informado por el hospital de que yo no estaba registrada en su sistema electrónico, pues acababa de llegar.
Intentamos hablar con las enfermeras de la habitación para pedirles que me registraran, con la ayuda del traductor, pero fue un fracaso absoluto.
Habría sido conveniente conocer algunas frases en tailandés ya que la doctora que hablaba inglés se había ido, quién sabe dónde.
Las enfermeras vinieron a nosotros y nos preguntaron si yo podría hacer frente a los costes. Les dijimos que estábamos esperando a que nos registraran en el sistema para que nuestra aseguradora pudiera detectarnos y enviarles un documento de garantía de pago.
Una de ellas escribió en el traductor algo tal como: Date prisa, te quedan 6 horas.
Me quedé con una cara… En fin.
Joe se fue a buscar algo de comida y durante el tiempo que él no estuvo, la doctora volvió y me pasó un teléfono sin explicarme nada.
Resulta que me querían contactar desde el centro internacional del hospital más grande de Bangkok para decirme que si quería podía ir allá y que me ayudarían en todo lo que necesitase.
No tenía muy claro qué hacer.
Sólo sabía que no me iría a ninguna parte hasta que Joe no estuviera de vuelta y les comenté que no me encontraban en el sistema, por lo que necesitaba que alguien que hablara el idioma tailandés les dijera a las enfermeras que me registraran.
Alguien se puso al teléfono y habló con ellas. Fue entonces cuando me dieron dos números de contacto, que envié por correo a Asian Assistance.
Y aleluya. ¡¡¡Me re-gis-tra-ron!!!
El corresponsal envió por correo al hospital un documento de garantía de pago, por lo que ya podían proceder a operarme.
En ese preciado documento escribieron que pagarían por mi estancia, la operación y algunas cosas de más.
Llegó 3 horas y media después del correo anterior.
La estancia
Esperando a ser operada
Joe ya estaba conmigo y nos llevaron a otra parte del hospital, donde me hicieron una radiografía.
Después, me conectaron con una botella de suero y nos dejaron en una habitación privada, donde me hicieron un análisis de sangre (al fin).
Se escuchaban ruidos fuera de la habitación y yo estaba esperando, bastante angustiada, a que alguien abriera la puerta y me llevara a la sala de operaciones.
Ya eran las 2 de la noche. Y se volvieron las 3, las 4, las 5, las 6, las 7, las 8…
Nadie entraba, excepto alguna enfermera que venía a cambiarme el suero y traer comida que no me podía comer.
No querían decirme a qué hora me operarían, pero anteriormente me habían dicho que me quedaban 6 horas, por lo que no podían ser más de 6 horas y ya habían pasado.
Eran las 10 de la mañana y un doctor, desconocido para mí, entró. Hablaba inglés fluidamente y nos dijo que me llevarían a otro centro médico a hacerme una tomografía (CT scan) a medio día.
Me llevaron en ambulancia, me hicieron la tomografía y en la tarde el doctor me visitó de nuevo.
Me dijo que al final no me tendrían que operar, que no sabía qué me había pasado, pero que posiblemente había comido algo que no me convenía y se me había inflamado el apéndice.
Algo me dice que fueron los zumos de fruta de la pasión mezclados con té de perlas…
Nos explicó que en el análisis de sangre no se veía nada extraño, como tampoco en la tomografía, y que repetiríamos el análisis de sangre por si acaso.
Qué alegría, PERO QUÉ COJONES.
Una noche más
Allí estaba, hospitalizada en Tailandia por 4500€, en buena compañía y sin haberme muerto ni haber sido operada, a la espera de salir corriendo de de esa habitación, disfrutar de lo que quedaba de viaje y dar mi opinión sobre IATI Seguros al terminar el viaje en este blog.
Me hicieron el segundo análisis y nada, todo estaba bien 🙂
Creo que deberían haber sido más profesionales desde el hospital y haberme hecho el análisis antes de confirmar tan precipitadamente que me iban a operar.
Tengo que añadir que nunca sentí que estuviera en un hospital del tercer mundo.
Las instalaciones me parecieron adecuadas y muy limpias.
La habitación tenía una cama, una televisión pequeña, un armario, una nevera y un sofá donde Joe pudo dormir más o menos bien.
Al día siguiente, nos dejaron marchar y no tuve que poner ni una moneda de mi bolsillo. La tomografía fue lo que más caro costó, aproximadamente 300 €, y el coste total ascendió a 500 €.
Resumen
Definitivamente voy a contratar el seguro que contraté en Tailandia para mis próximos viajes.
Mi opinión acerca de IATI Seguros es muy positiva después de haber sido hospitalizada en Tailandia por la gran (para mí) cantidad de 4500 € e incluso por los 500 € que terminaron pagando.
Nunca tuve que poner mi dinero por delante, cosa que pasa con otros seguros más baratos.
El hecho de que tuvieran un corresponsal en el país me dio mucha seguridad y los trámites fueron muy rápidos, a pesar del retraso que el hospital tuvo en registrarme en su sistema.
Si te vas de viaje próximamente y quieres contratar un seguro con IATI Seguros, puedes usar este link.
Tendrás un descuento del 5 % y yo recibiré una comisión.
Les pedí afiliarme a su programa de marketing después de todo lo que pasó ya que pienso que se merecen esta promoción y más.
Te deseo un muy buen viaje sin altibajos de este tipo: ¡Tailandia te va a encantar pase lo que pase!